Orinita vengo, dijo el Chatanuga
tan chistoso y alburero como siempre,
mientras nosotros pedíamos las otras,
y al rato regresó diciendo
que se habían echado un pedo en el baño.
No mames, le dijimos, qué tiene de raro, eso es normal.
Se lo echaron pero a cuchilladas, contestó,
y todos soltamos la carcajada
y escondimos nuestras manos
manchadas de sangre
bajo la mesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario